Con la entrada del coronavirus, al vocabulario médico se le introdujeron nuevas palabras para describir los síntomas de los pacientes que se recuperaban de esta enfermedad, como los es la definición de la astenia.
Para saber qué es la astenia, hay que comprender primero que los pacientes que la padecen debieron atravesar un cuadro de coronavirus grave o alguna enfermedad crónica; la astenia es aquello que se define como debilitamiento muscular que se extiende por todo el cuerpo.
En otras palabras, la mejor definición de la astenia es el cansancio extremo que implica la falta de fuerzas, su origen más común se debe a las infecciones bacterianas y virales, crónicas o agudas (como el COVID-19).
En términos médicos generales, la astenia se describe como una cadena inflamatoria a nivel muscular producto de una infección que genera la debilidad transitoria del músculo; este fenómeno se da por la liberación de sustancias llamadas citoquinas, implicadas en múltiples manifestaciones de la enfermedad, por lo que se puede dar por una falla multiorgánica en aquellos con enfermedad grave.
Existe también algo llamado astenia otoñal, igualmente conocida como miotastenia, y es una afección muscular crónica que comienza en la infancia o la adolescencia; en estas etapas de crecimiento, los movimientos normales del cuerpo no se pueden efectuar en ocasiones por debilidad muscular, fatiga, temblores, y por una debilidad extrema al tratar de realizar movimientos voluntarios.
Se dice que la astenia primaveral mejora entrando en esa época, pero mientras los músculos que controlan los movimientos involuntarios, como respirar y masticar, se ven afectados, por lo tanto, el ejercicio intenso o el estrés emocional se tiene que evitar durante los meses otoñales.
Una consulta clínica para revisar las enfermedades tanto personales como familiares, así como las medicaciones que recibe el paciente, son la mejor manera de saber qué es la astenia y sus síntomas.
Síntomas de la astenia
Los síntomas de la astenia se manifiestan por una sensación generalizada de cansancio, falta de fuerzas, debilidad muscular y lentitud psíquica, afectando a todos los grupos etarios y a ambos sexos.
A diferencia de otros tratamientos, la medicación tiene que ser adecuada para controlar la astenia y la sensación generalizada de cansancio que no desaparece con el descanso; a continuación, enlistamos los síntomas generales de la astenia:
- Fatiga, debilidad o cansancio
- Disminución de la energía
- Letargo o abatimiento
- Dificultad para concentrarse
- Pérdida de interés en actividades
- Irritabilidad
- Depresión
- Inquietud
- Insomnio
- Dificultad para recordar
- Pérdida de apetito
- Pérdida de masa muscular
Cansancio constante
Las causas de la astenia llevan a que el paciente sienta una profunda sensación de cansancio, fatiga y agotamiento, por eso, uno de los principales síntomas es la falta de energía, debido a que es resultado de una enfermedad o trastorno subyacente, como una infección, una deficiencia nutricional o una enfermedad crónica.
El mejor tratamiento para la astenia en el adulto mayor, es incluir el tratamiento de la condición subyacente, combinarlo con terapia, ejercicio, una dieta saludable, suplementos vitamínicos y estar libre de estrés.
Falta de energía
La astenia es la debilidad sin causa aparente, por eso las personas con una escala de astenia más notoria pueden sentirse soñolientas y sin energía todo el día, acarreando problemas y la incapacidad para realizar sus tareas diarias.
El constante estrés, la falta de sueño, la deshidratación y la desnutrición, son factores que no permiten que se recupere la energía; sumar a la rutina una dieta equilibrada y saludable es un buen consejo para evitar la desnutrición, además de tener una receta para tomar suplementos nutricionales.
Pérdida de interés y motivación
La astenia es una condición que se caracteriza por fatiga física y mental, así como por una disminución de la motivación y el interés, asimismo, la depresión viene con la astenia, causando que el paciente tenga una disminución de la satisfacción con la vida.
Por tal motivo, es crucial que el paciente tenga un seguimiento, garantizando así que no haya abuso de sustancias que puedan contribuir al desarrollo de una astenia grave.
De igual manera, es importante tener un control del sueño, de la deshidratación y de la desnutrición, de lo contrario, esto podría contribuir a que la astenia y la depresión se agraven.
Los tratamientos como la terapia cognitivo-conductual, la terapia de apoyo, el ejercicio y la nutrición saludable, pueden hacer posible que el paciente regrese a sus actividades recreativas con motivación e interés.
Problemas de concentración
La dificultad para concentrarse es parte de las características de una persona con astenia, pero cuando se trata de pacientes jóvenes, la falta de interés puede confundirse con otras enfermedades.
La astenia en un niño ocasiona problemas de contracción por un período prolongado de tiempo, estos no son necesariamente por hiperactividad, sino por un caso de la afección ya mencionada.
Tratar los síntomas a tiempo ayuda a que no haya una pérdida de memoria a corto plazo, por eso el tratamiento y el seguimiento con personal especializado evitará que el paciente joven desarrolle falta de motivación para hacer cosas o una disminución en la productividad y en la calidad de vida.