El ciclo del sueño es uno de los procesos más importantes para el ser humano, esto debido a que nos permite un descanso que impulse nuestro desarrollo y dé pie a todo tipo de procedimientos que son indispensables para el cuerpo como la síntesis de proteínas y la regeneración celular, así como el reposo de todas las partes de nuestro sistema que participaron en las actividades diarias.

Las fases de este ciclo comienzan desde el momento en el que nos acostamos, hasta la hora en la que nos despertamos, ocurriendo algunas de ellas en varias repeticiones que nos mantienen en un estado de relajación y tranquilidad. Las etapas del ciclo del sueño son las siguientes:

  • Adormecimiento
  • Sueño ligero
  • Transición
  • Sueño profundo
  • Sueño REM

Cada una de ellas cumple con una función durante la noche mientras dormimos, haciendo que todo ocurra adecuadamente mientras el cuerpo se prepara para afrontar el día siguiente en óptimas condiciones. No obstante, el sueño profundo es quizá el que juega un papel de mayor importancia por encima del resto debido a que determina la calidad de nuestro respectivo descanso.

Es por eso que los expertos se enfocan en maneras de llegar específicamente a esta fase, existiendo en la actualidad elementos como la música para dormir que funcionan como canales que nos ayudan en la búsqueda del sueño profundo, reafirmando el peso que tiene en nuestro sueño.

Para responder a la pregunta de cómo dormir correctamente para no afectar el sueño profundo ni ninguna de las etapas del ciclo del sueño, primero debemos conocer más al respecto, solo así conseguiremos entender mejor qué sucede durante este proceso y cómo es posible mejorarlo.

¿Qué es el sueño profundo?

Antes de llegar a la etapa en la que soñamos correspondiente al sueño REM, se debe pasar por toda la etapa no REM, es decir, aquella en donde ocurre la transición del estado de vigilia, donde nos encontramos alerta y todavía conscientes, a la del sueño reparador.

Podría decirse que el sueño profundo es el que hace la diferencia entre ambas etapas, marcando el final del sueño no REM para dar paso al REM, que es la fase final de todo el proceso antes de que este se repita unas cuantas veces durante la noche.

Este sueño abarca aproximadamente un 20% de todo nuestro proceso de descanso, relajando nuestra respiración a un ritmo más bajo al igual que disminuyendo nuestra presión arterial, mientras aumenta el proceso metabólico relacionado al aprendizaje y almacenamiento de las nuevas experiencias como recuerdos a corto y largo plazo.

De igual manera, es en el sueño profundo donde el crecimiento se lleva a cabo a través de la secreción de hormonas que conducen al desarrollo del cuerpo humano, favoreciendo a los tejidos, piel, músculos, uñas, entre otros más. Por último, el sueño profundo prepara al cuerpo para el sueño REM limitando los movimientos y haciendo más difícil que seamos despertados, entrando a la fase de recuperación.

Las consecuencias que implican el no conseguir un sueño profundo adecuado se reflejan en nuestro bajo rendimiento durante el día por no permitirle reposo al cuerpo, llegando incluso a asociarse con enfermedades cardiovasculares, Alzheimer o diabetes. También es posible que surjan trastornos derivados de la falta de sueño profundo, algunos de ellos son terrores nocturnos, sonambulismo o mojar la cama (enuresis).

¿Cómo mejorar el sueño profundo?

El periodo de tiempo que abarca el sueño profundo es fundamental para recuperar las energías perdidas y mantener una calidad de vida libre de cualquier problema relacionado a la salud. Un dato importante a considerar es que el sueño profundo va disminuyendo conforme a la edad, esto es porque las personas más jóvenes se encuentran en un proceso constante de crecimiento y regeneración.

Pero entonces, ¿cómo se puede conciliar el sueño rápido y profundo? La respuesta es el cambio de nuestras rutinas, modificando ciertos comportamientos y actividades durante el día lograremos un mejor sueño profundo. El ejercicio, una buena alimentación y una adecuada higiene del sueño lejos de aparatos electrónicos y productos altos en carbohidratos ayudarán a que alcancemos dicha fase sin problema.

Algo que puede ayudar para conciliar el sueño y que el ciclo del mismo ocurra con normalidad es el acondicionamiento de nuestro espacio de descanso con elementos cómodos y frescos que mejoren la calidad con la que dormimos. Los colchones Sognare son perfectos para obtener un sueño reparador, ya que incorporan tecnología que los convierte en los más suaves y con mayor confort de todo el mercado.

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