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Si eres de las personas que se preguntan: ¿Por qué despierto en una posición diferente a la que tome al irme a dormir? Llegaste al lugar indicado, resulta que este comportamiento es de lo más natural y común que llega a ocurrir cuando comenzamos a quedarnos dormidos.
Moverse al dormir vs Síndrome de las piernas inquietas
Una persona puede realizar desde 40 hasta 50 movimientos por noche, al empezar a quedarse dormida y corresponde a la etapa de sueño ligero, esa en la que movemos las cobijas y buscamos la posición más cómoda para caer profundamente dormidos.
Sin embargo, el movimiento del cuerpo no termina ahí. Cuando empezamos a entrar a la etapa profunda del sueño es posible que nos sigamos moviendo, pero con menos frecuencia. En este estado se pueden registrar un promedio de 24 movimientos y es completamente natural.
Para distinguir entre si la frecuencia de nuestros movimientos son naturales al dormir o pertenecen al síndrome de las piernas inquietas, es importante respondernos estas preguntas:
- ¿El movimiento de las piernas te despierta constantemente?
- Una vez despierto/a, ¿te cuesta trabajo volver a dormir?
- Si duermes en pareja ¿te menciona que mueves demasiado las piernas?
- ¿Al despertarte te sientes más cansado/a, que cuando te fuiste a dormir?
Si tu respuesta es afirmativa en más de una de estas preguntas, podría ser que estés experimentando este síndrome y es importante que acudas con médico especialista para un diagnóstico preciso.
Este diagnóstico te ayudará a saber si el síndrome se desarrolla por experimentar niveles altos de estrés y ansiedad, o por la presencia latente de alguna enfermedad como depresión, diabetes, apnea del sueño o enfermedades cardiacas.
Almohadas y las posiciones al dormir
Gracias a que nos movemos al dormir, nuestra posición también cambia y permanecemos cierto tiempo en ella, hasta volver a cambiar. El tiempo y las posiciones que más toman las personas al dormir son:
Este comportamiento al dormir, hace complicado que siempre tengamos la altura y soporte adecuados en cada posición, provocando que usemos algunos recursos como doblar la almohada o meter el brazo debajo de ella, para tener más altura.
En otros casos intentamos aplanarla o literalmente nos deshacemos de ella, cuando dormimos boca abajo, generando tensión en las cervicales, hombros y cuello, despertando con dolor al día siguiente.
Para solucionar este problema, Sognare desarrolló una almohada inteligente que se adapta a cada posición al dormir, modificando su altura y soporte de acuerdo a tus necesidades.
La almohada se llama SleepMaster y es la única con un núcleo Bioposture, hecho de una sábila especial, que crea un material flexible, resistente y adaptable, mil veces mejor que cualquier espuma de memoria.
Este núcleo es el que hace posible que la almohada se adapte a cada posición al dormir. Para conocerla mejor, te invitamos a leer “SleepMaster para un sueño continuo y profundo”.
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