Durante años se pensaba que el cerebro al dormir se apagaba para lograr descansar, al realizar estudios con electrodos consiguieron observar que en realidad existe una gran actividad y que hay varias fases siendo en total 5 que ofrecen el descanso y la recuperación de la energía.
Sin embargo, muchas personas no logran conciliar el sueño en su totalidad por una serie de factores y situaciones que lo interrumpen y uno de los casos más frecuentes es la apnea del sueño, una enfermedad bastante común y grave, que se presenta tanto en hombres como mujeres.
Cada que respiramos surge una presión de succión que provoca el movimiento de los tejidos suaves hacia adentro de nuestra boca, los músculos de la faringe responden jalándose hacia afuera para que se mantenga abierta la vía del aire, esto en términos generales es como funciona cuando estamos despiertos.
Cuando una persona duerme es normal que los músculos de la boca, como la lengua y faringe se relajen, pero no lo suficiente para que la vía del aire se bloqueé, en cambio, en las personas que sufren apnea sucede totalmente lo contrario.
Cuando se cuenta con apnea del sueño, las causas son a raíz de los músculos y la faringe que tienden a relajarse demasiado, cayendo la lengua hasta el tejido suave en el techo de la boca, presionando contra la parte posterior de la garganta, provocando que se obstruya completamente el flujo de aire hacia los pulmones y que las personas se despierten frecuentemente.
En la apnea del sueño síntomas la falta del aire es uno de los principales evitando que se tenga un sueño relajado, otros malestares que se presentan son:
Siendo todos estos los principales síntomas de apnea del sueño, es importante prestarles atención y detectar si contamos con algunos para acudir de inmediato al médico. Entre las principales causas de este padecimiento se encuentran las siguientes:
- Dolores de cabeza matutinos
- Ronquidos fuertes
- Somnolencia crónica
- Cansancio
- Cambios de ánimo como irritabilidad
- Baja concentración

- Obesidad, ya que hay más grasa en las paredes de la faringe.
- Una quijada de tamaño pequeño o que retrocede.
- Pérdida de tono muscular en la faringe causado por el envejecimiento.
- Amígdalas hinchadas.
- Presión arterial alta
- Interrupciones del sueño
- Enfermedades cardiacas
- Infartos
- Latidos irregulares del corazón y arritmias
- Accidentes cerebrovasculares
- Derrames cerebrales
- Diabetes
- Aumento del riesgo de sufrir accidentes.

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