El sueño humano es una necesidad biológica fundamental que sigue ciclos de descanso que pueden variar entre las personas. Mientras que la mayoría de la población adopta un patrón de sueño monofásico, en el cual se duerme una sola vez durante la noche, existe una alternativa interesante conocida como sueño polifásico.
Este método divide el sueño en bloques, desafiando la forma natural de dormir. A continuación exploraremos los beneficios, tipos y horarios de ese sueño segmentado, analizando cómo este puede impactar en la productividad y el bienestar.

¿Qué es el sueño polifásico?

El sueño polifásico es un patrón de descanso que se divide en varios periodos a lo largo del día, a diferencia del sueño monofásico, que concentra el descanso en una sola etapa nocturna, y el sueño bifásico, que lo divide en dos sesiones. 

Figuras históricas como Nikola Tesla, Franz Kafka y Albert Einstein han sido vinculadas a este tipo de práctica de sueño, lo que ha generado curiosidad sobre los efectos que tiene en las capacidades cognitivas y la productividad.

Tipos de sueño polifásico

Existen diversos tipos de sueño polifásico. El sueño bifásico, que incluye un descanso nocturno además de una siesta diurna, es uno de los más sencillos y practicados, especialmente en culturas donde la siesta forma parte del horario cotidiano. 

No obstante, hay variantes más extremas como el método Uberman, popularizado por Steve Pavlina, que consiste en seis siestas de 20 minutos distribuidas equitativamente durante el día. El objetivo de estos métodos es alcanzar la fase de sueño profundo o los sueños lúcidos de forma más eficiente.

El método Everyman

El método Everyman propone un descanso nocturno más corto, complementado por varias siestas cortas. Es reconocido por permitir más flexibilidad que otros esquemas como el método Uberman.
Suele consistir en una fase de sueño más prolongada de 90 minutos a 3 horas, acompañada de varias siestas diurnas. Las duraciones de estos periodos de sueño están pensadas para aprovechar el ciclo circadiano y optimizar la duración total del descanso.
Con variantes que permiten adaptarse a diferentes horarios y estilos de vida, esta técnica busca mejorar la eficiencia del sueño, reduciendo el tiempo total, pero manteniendo las capacidades cognitivas.

Horarios para el sueño polifásico

Los horarios para adoptar un régimen de sueño polifásico varían enormemente y deben considerar el ritmo circadiano individual. La planificación comienza con determinar la fase de sueño profundo requerida y cómo las siestas diurnas se pueden intercalar durante el día.
Un patrón común implica un bloque de sueño de 90 minutos seguido de múltiples siestas de 20 o 30 minutos. Es crucial mantener estos periodos con regularidad para permitir que el cuerpo se ajuste al nuevo patrón de sueño y así mismo, respetar la duración de estas siestas para evitar interrumpir una fase de sueño profundo.
Irene Rubio Bollinger, doctora experta en medicina del sueño, ha señalado la importancia de realizar más estudios para entender completamente los efectos a largo plazo del sueño polifásico en la salud y el bienestar. Ella enfatiza que cualquier persona interesada en este sueño alternativo debe hacerlo bajo supervisión médica y asegurarse de que el nuevo patrón no afecte negativamente su calidad de vida.

Ventajas y desventajas del sueño polifásico

El sueño polifásico presenta varias ventajas y desventajas, comparado con el sueño nocturno y el sueño normal monofásico. A continuación se detallan algunos de los aspectos más relevantes:

Ventajas

  • Mayor cantidad de horas de vigilia productiva. Al dividir el sueño en varios periodos cortos, las personas pueden disponer de más tiempo durante el día para realizar sus actividades.
  • Mejora la eficiencia del descanso. Algunos métodos de sueño polifásico, como el método Uberman, buscan alcanzar rápidamente el sueño profundo o los sueños lúcidos, lo que podría mejorar la calidad del descanso en menos tiempo.
  • Flexibilidad de horarios. El método Everyman, por ejemplo, permite ajustar las siestas a diferentes horarios y estilos de vida, adaptándose mejor a las necesidades individuales.
  • Reducción del sueño ligero. Al enfocarse en ciclos cortos y específicos, el sueño polifásico puede minimizar los periodos de sueño ligero, favoreciendo un descanso profundo y reparador.

Desventajas

  • Dificultad para rendir a largo plazo. Adaptarse a un régimen de sueño polifásico puede ser extremadamente desafiante y difícil de mantener en el tiempo, especialmente si se tiene un estilo de vida con compromisos estrictos.
  • Impacto en el ciclo circadiano. Alterar el sueño natural puede tener efectos negativos en el ritmo circadiano, lo que puede afectar la salud a largo plazo.
  • Privación del sueño. Si no se respetan estrictamente los periodos de descanso, es fácil caer en la privación del sueño, lo que puede llevar a una disminución de la calidad de vida y en el rendimiento cognitivo.

Salud y sueño polifásico: ¿es beneficioso?

El debate sobre la salud y el descanso polifásico es amplio y multifacético. Defensores del sueño polifásico argumentan que, al optimizar los periodos de descanso y concentrarse en ciclos de sueño profundo, se puede reducir el tiempo total dedicado al sueño mientras se mantiene o incluso mejora la calidad del descanso.
Investigaciones históricas, como las de Roger Ekirch, sugieren que prácticas como el sueño dividido eran comunes antes de la Revolución Industrial, lo que indica que el sueño polifásico podría estar más alineado con algunos patrones de descanso ancestrales. Este enfoque podría, en teoría, ofrecer más horas productivas y flexibilidad, adaptándose mejor a las necesidades individuales que el sueño monofásico tradicional.
Sin embargo, hay serias preocupaciones sobre los posibles efectos negativos del sueño polifásico. Expertos como Piotr Wozniak advierten que alterar la forma natural de dormir puede desregular el ritmo circadiano, provocando problemas de salud como trastornos del sueño, desregulación hormonal y problemas metabólicos.
La privación de sueño es otro riesgo significativo, ya que los periodos de descanso mal gestionados pueden llevar a fatiga crónica y deterioro cognitivo. Además, el estrés y la ansiedad derivados de la adaptación a un nuevo patrón de sueño pueden afectar negativamente la calidad de vida.
Por lo tanto, aunque el descanso polifásico tiene potenciales beneficios, es crucial abordarlo con precaución y bajo la guía de profesionales de la salud para asegurar que no comprometa el bienestar a largo plazo.

Preguntas frecuentes 

¿Se practicaba el sueño polifásico en la Edad Media?

Durante la Edad Media, era común un tipo de sueño alternativo conocido como sueño dividido. Las personas solían tener un primer y un segundo sueño, con un período de vigilia en medio. Este patrón histórico de descanso sugiere que el sueño polifásico podría estar alineado con algunas prácticas ancestrales de sueño.

¿El sueño polifásico es adecuado para todas las edades?

El sueño polifásico puede no ser adecuado para todas las edades, especialmente para niños y adolescentes que necesitan más horas de sueño nocturno para su desarrollo. Los adultos pueden experimentar con este tipo de sueño, pero es crucial hacerlo bajo la supervisión de un especialista para evitar efectos negativos en la salud.