Para muchas personas, abrazar algo al dormir no es solo una costumbre, sino una necesidad que brinda confort y tranquilidad. 

Este hábito, aunque pueda parecer peculiar, tiene raíces emocionales, psicológicas e incluso fisiológicas que explican su importancia en la calidad del descanso.

Un refugio emocional

Abrazar algo, como una almohada, un peluche o incluso a una pareja, genera una sensación de seguridad y calma. 

Este acto remonta a la infancia, cuando buscábamos consuelo y protección a través del contacto físico. Sostener algo cerca al dormir puede replicar esta experiencia, creando un ambiente de confort que ayuda a relajarnos.

Conexión con la oxitocina

El contacto físico, incluso con un objeto inanimado, estimula la liberación de oxitocina, conocida como la “hormona del amor”.

Este químico natural del cerebro reduce el estrés y la ansiedad, promoviendo una sensación de bienestar que favorece el sueño reparador. 

Si bien no es lo mismo abrazar algo que a otra persona, el efecto psicológico de sujetar algo puede ser similar.

Un soporte físico y postural

En términos más prácticos, abrazar algo puede ofrecer beneficios físicos. Muchas personas encuentran que sostener una almohada al dormir alinea mejor su cuerpo, especialmente si duermen de lado. 

Esto ayuda a reducir la presión en las articulaciones y la espalda, mejorando tanto la comodidad como la postura durante la noche.

¿Cuándo el hábito de abrazar algo se convierte en necesidad?

Si descubres que no puedes conciliar el sueño sin abrazar algo, no hay nada de qué preocuparse. Este comportamiento es completamente normal y, de hecho, puede ser una herramienta efectiva para mejorar la calidad del sueño. 

Sin embargo, si la necesidad se acompaña de dificultades para dormir o ansiedad extrema, podría ser útil explorar posibles causas subyacentes con un especialista en salud mental o del sueño.

Abrazar algo al dormir no es solo una cuestión de comodidad, sino una práctica que puede estar profundamente conectada con nuestra necesidad de seguridad, relajación y bienestar físico. 

La almohada Nuo puede ser ideal para las personas que gozan de abrazar algo mientras duermen, porque es súper suave al tacto y tiene el relleno ideal que se amolda a la forma de tu cabeza y cuerpo.

Abrazarla será como abrazar una esponjosa nube, tan satisfactorio que alcanzarás el sueño profundo en poco tiempo.

Si este hábito te ayuda a descansar mejor, ¡abrázalo sin remordimientos!