Cuando llega la hora de descansar nuestro cuerpo se prepara para reponer las energías perdidas por la actividad que hemos realizado durante el día, si bien su funcionamiento nunca se detiene, un largo y adecuado sueño le permite mejorarlo y relajar músculos y articulaciones con el fin de una buena salud física y mental. El acondicionamiento de nuestro espacio para dicho momento es fundamental y de entre todos los elementos de la misma destacan las almohadas.

La almohada es una pieza cuyo propósito es el de brindarnos la mayor comodidad posible a la hora de irnos a dormir al brindarnos una postura adecuada de la columna y la cabeza, complementando la labor del colchón y de la ropa de cama para una mejor experiencia nocturna. Este producto al igual que el colchón debe elegirse cuidadosamente considerando las características y beneficios que ofrece cada una, de lo contrario podríamos padecer situaciones derivadas de una mala decisión.

Llega el momento en el que las propiedades de suavidad o consistencia de una almohada empiezan a perderse debido al uso constante que se le ha dado y surgen problemas como dolor de espalda, problemas respiratorios, agotamiento muscular, entre algunos otros más. Con esos indicadores sabremos que es hora de cambiar nuestras almohadas por unas nuevas, además de que son la pieza de la cama que más ácaros y células muertas acumulan por encima incluso del propio colchón.

Una almohada tiene un promedio de vida útil de entre 2 y 3 años aproximadamente, el tiempo varía según el relleno de almohadas utilizado y los cuidados que se tenga con ella (lavado, secado, limpieza, etc). En el tipo de rellenos de una almohada los más buscados por las personas son los siguientes:

Viscoelástico

El mejor conocido Memory Foam es un material que otorga gran soporte al adaptarse a la posición o forma de cada persona al dormir, originalmente desarrollado por la NASA para ayudar a reducir los puntos de presión en los cuerpos de los astronautas, hoy en día se pretende lograr la misma labor en las personas a la hora del descanso.

Pluma

De las opciones más suaves y cotizadas, las almohadas con relleno de pluma ofrecen una transpirabilidad sin igual además de ser muy duraderas sin perder sus cualidades cómodas. Se considera una opción de lujo por lo que no se encuentra en cualquier parte y requiere de cuidados y mantenimiento específicos.

Fibra

El material que más se ha utilizado a lo largo del tiempo, sus calidades variadas la hacen la almohada más accesible del mercado. Se trata de una alternativa bastante fresca y cómoda para dormir, pero lo que la hace destacar son sus características hipoalergénicas que ayudan a las personas con problemas de alergias.

Gel

Con una estructura muy similar a los rellenos viscoelásticos, el gel se adapta al cuerpo y le da a la persona un soporte ideal para dormir profundamente. La diferencia radica en que el material mejora mucho más en temas de temperatura, haciéndola más fresca y más duradera, con una estructura de mayor resistencia.

De entre todos los tipos destacan las innovadoras almohadas Sognare, que cuentan con su Tecnología Microfussion hecha a base de microfibras de gel sólidas, huecas y en espiral para la mayor estabilidad posible además de un sueño cómodo y fresco.

Tips para cuidar los diferentes tipos de almohadas

Si deseas mantener tus almohadas en las mejores condiciones y alargar su utilidad, te daremos algunos consejos que ayudarán a cuidarlas mejor según el material del relleno que posean.

Almohadas de pluma

Lo primero es leer la etiqueta del producto para saber si podemos lavarla a mano o con máquina, algunas permiten ambos procesos, pero es importante corroborar para no dañarla. En el caso de optar por la lavadora utiliza jabón líquido y elige la opción para tejidos de lana, el proceso debe ser con agua fría o tibia y es recomendable centrifugarla para eliminar cualquier rastro de humedad.

Para el procedimiento a mano utiliza un jabón neutro y frota sin mucha fuerza ni muy rápido la almohada, si encuentras alguna mancha difícil puedes usar un cepillo de cerdas suaves para eliminarla. Finalmente, debe secarse en un lugar plano y donde no se mueva, así escurrirá correctamente y no altera su forma.

Almohadas de gel

Casi ninguna almohada de gel debe ser lavada a máquina debido a que el mismo material puede almacenar la humedad y fomentar el surgimiento de moho o algún otro riesgo que la hará inservible pronto. Lo ideal es limpiarla a mano con un paño mojado con agua tibia y un jabón suave o detergente, una vez hayamos terminado se debe secar con una toalla, de igual forma ponerlo frente a un ventilador ayudará a eliminar todo rastro de humedad.

Almohadas Sognare

Probablemente la más sencilla de cuidar de todas, esta almohada permite su lavado en máquina siempre y cuando no tenga aspas altas que puedan dañar el relleno. Únicamente programa tu ciclo de lavado con una intensidad no muy alta y tu almohada estará lista; en caso de optar por hacerlo a mano, puedes usar jabón líquido o neutro blanco.

Almohadas viscoelásticas

En este caso debe evitarse el lavado con máquina ya que puede dañar la estructura de nuestra almohada, simplemente ocupa un paño húmedo y detergente suave para pasarlo por toda la superficie eliminando cualquier rastro de suciedad y mal olor existente, después utiliza una toalla seca para retirar los rastros de jabón y agua de la superficie. Como consejo adicional, puedes implementar el uso de la aspiradora para retirar los restos más difíciles y dejar tu almohada impecable.

Cada relleno de almohada exige cuidados distintos, por eso debemos prevenir cualquier daño o señal de desgaste para darles el tratamiento adecuado y alargar su durabilidad, así las aprovecharemos al máximo y no tendremos que cambiar de almohadas constantemente.