La relación entre el ejercicio y el descanso es algo más que superficial: está respaldada por estudios científicos que demuestran que mantener una rutina de ejercicio físico puede mejorar significativamente la calidad de tu descanso.
Ya sea que busques dormir más profundamente o reducir el tiempo que tardas en conciliar el sueño, el ejercicio puede ser un aliado poderoso.
Incorporar actividad física en tu rutina diaria no solo fortalece el cuerpo, sino que también influye en la forma en que duermes, ayudándote a alcanzar un sueño más profundo y reparador.
A continuación, te explicamos cómo el ejercicio puede ayudarte a mejorar tu descanso y contribuir a una mejor calidad de vida.
1. Mejora la calidad del sueño profundo
El ejercicio regular promueve un descanso más profundo y reparador, lo cual es esencial para la salud física y mental.
Durante el sueño profundo, el cuerpo libera hormonas de crecimiento y repara los tejidos, factores vitales para la regeneración.
Las personas que realizan ejercicio suelen pasar más tiempo en estas fases profundas del sueño, lo que les permite despertarse con mayor energía y sensación de descanso.
2. Reduce la ansiedad y el estrés
El deporte actúa como un regulador natural del estrés, ayudando a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentando la liberación de endorfinas, que generan una sensación de bienestar.
Este equilibrio hormonal es crucial para facilitar el sueño, ya que los niveles altos de ansiedad pueden hacer que el descanso se vuelva intermitente o insuficiente.
3. Regula el ritmo circadiano
Hacer actividad física también tiene un impacto en el reloj biológico o ritmo circadiano, que regula los ciclos de sueño y vigilia.
Al practicar actividad física, especialmente si se realiza a la misma hora cada día, se refuerza esta sincronización, lo que ayuda a tu cuerpo a saber cuándo es hora de dormir. Esto es particularmente efectivo si se realiza en la mañana o durante la tarde.
4. Considera el horario y la intensidad
Aunque el ejercicio mejora la calidad de tu descanso, el horario es clave. Realizar ejercicio intenso antes de dormir puede elevar la frecuencia cardíaca y dificultar la conciliación del sueño.
Por eso, si eres de quienes prefieren el ejercicio nocturno, opta por rutinas de intensidad moderada y acompáñalas con ejercicios de estiramiento o respiración para preparar el cuerpo y la mente para descansar.
El ejercicio es un complemento valioso para mejorar la calidad de tu descanso, siempre que se ajuste a tus necesidades y horarios. Integrarlo de manera consciente y regular puede ser un cambio sencillo pero efectivo para lograr un sueño más reparador.
Se sabe que al hacer ejercicio los músculos quedan tensos y con dolor, por eso es importante mantener una posición cómoda al dormir.
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