Existe el mito de que los síntomas por alergia a ácaros es una patología común y que no resulta peligrosa para el ser humano, que este tipo de alergia es normal y que debemos acostumbrarnos a vivir con ella.
Sin embargo, la alergia en la piel por ácaros es peligrosa, y de no tomarse las medidas adecuadas, esta puede afectar significativamente la salud de las personas de diferentes formas.
Los ácaros son causantes de una alergia que, al igual que el polen o la caspa en los animales, tiene que controlarse con medicamentos para que las ronchas en la piel por ácaros no terminen por afectar la calidad de vida de las personas.
Asimismo, otro mito acerca de estos animales pequeños, es que necesitan de ambientes húmedos como el otoño y la primavera para sobrevivir, lo cierto es que los piquetes de ácaros pueden presentarse en cualquier estación del año si se dan las condiciones ambientales adecuadas.
¿Qué son los ácaros y por qué pueden causar alergia?
Las alergias en los seres humanos son causadas porque el sistema inmunitario reacciona a una sustancia extraña, haciendo que el cuerpo se proteja, produciendo anticuerpos para defenderse del polvo, polen, caspa de animales, etc. Pero, ¿sabes qué son los ácaros?
Los ácaros de cama son pequeños organismos microscópicos que se pueden encontrar en la tierra, el polvo, los alimentos, corteza de los árboles, en el pelo de los animales y en los alérgenos ambientales, como el polen y el polvo.
La dermatitis por ácaros en los seres humanos se debe a que dichos organismos tienen una relación íntima con las personas, pues suelen encontrarse en los hogares, especialmente en la cama.
Los ácaros en la cama son la causa principal de que las personas desarrollen alergias que terminen afectando su estilo de vida, provocando síntomas parecidos a los presentes en el resfriado común.
Causas de la alergia a los ácaros
Para saber los lugares donde se encuentran los ácaros y cómo se propagan, es necesario destacar que estos animales se transfieren a través del contacto piel con piel, y de vez en cuando al compartir la ropa o la ropa de cama con una persona infectada con sarna.
Este tipo de organismos diminutos proliferan también en los colchones de las camas, así como en mantas, edredones, alfombras, moquetas, muebles tapizados, peluches o ropa; asimismo, los ácaros pueden llegar a generar síntomas en una persona cuando esta labora en un almacén donde se depositan alimentos, como cereales o heno.
Las características de los ácaros que los hacen alergénicos, es que son animales que a simple vista no se pueden observar, ya que son de color blanco o gris, y miden entre 0,1 a 0,5 milímetros de longitud, aunque algunas especies pueden llegar a medir hasta 1 milímetro.
Síntomas de la alergia a los ácaros
Las picaduras de ácaros son pequeñas ronchas que se acumulan en la piel y que provocan que la persona sienta una gran comezón, terminando por dañar la superficie de la piel; las ronchas por ácaros son los primeros síntomas que las personas presentan cuando resultan ser alérgicos a estos animales.
El picor en la piel y ojos son algunas de las reacciones que vienen acompañadas de congestión nasal, estornudos, tos, ojos llorosos, irritación de la garganta y enrojecimiento de la piel; la congestión y secreción nasal también resultan perjudiciales, llegando a parecer que se tiene un resfriado común.
Cuando la gravedad de la alergia es importante, produce rinitis o rinoconjuntivitis que se manifiestan primero como un picor de nariz y ojos junto con estornudos; de no atenderse esta patología con un especialista, puede empeorar a problemas respiratorios, como tos y sibilancias, llegando a convertirse en un asma bronquial.
Diagnóstico de la alergia a los ácaros
Las pruebas de alergia cutáneas o de sangre son los tipos de diagnóstico que se realizan para saber con certeza si una persona está desarrollando una alergia a los ácaros, el test cutáneo se aplica sobre la piel del brazo con gotas que contienen una cantidad conocida del alérgeno para observar la reacción de la piel.
Por otro lado, el análisis de sangre es otra forma de evaluación de los síntomas y antecedentes médicos de una persona, ya que con un estudio de sangre, se puede cuantificar de forma más precisa la presencia de anticuerpos específicos frente a un alérgeno.
Tratamiento de la alergia a los ácaros
La reducción de la exposición a los ácaros en el hogar es uno de los principales consejos que se dan a los pacientes para calmar las molestias antes la presencia de estos organismos, no obstante, existen medicamentos para aliviar los síntomas que resultan eficaces en el control de las dolencias, como los antihistamínicos y las gotas nasales.
Es importante saber que hay otros tratamientos que mejoran y controlan los síntomas, como la inmunoterapia para reducir la sensibilidad a los ácaros, que a pesar de que no la cura, es una forma de inducir tolerancia al alérgeno.